Cultura de colaboración y apoyo entre colegas.

Comunicación abierta y transparente en todos los niveles.

Acceso a recursos y oportunidades de aprendizaje.

Líderes que fomentan el crecimiento y desarrollo profesional.

Reconocimiento y recompensa por el trabajo bien hecho.

Políticas claras y justas en cuanto a compensación y beneficios.

Ambiente inclusivo que valora la diversidad y la equidad.

Equilibrio saludable entre vida laboral y personal.

Seguridad y bienestar físico y emocional.